XVII Italiano

Pintor de composiciones religiosas y dibujante.

Hijo del pintor manierista Bernardo Castello, acude al taller de Bernardo Strozzi y Domenico Fiasella. En Milán entra en contacto con la obra de Camillo Procaccini y con la de grandes pintores como Correggio, Parmigiano, Van Dyck y Rubens.

Reacciona contra el naturalismo clasicista barroco dominante en ese momento en Italia, y crea un camino propio en la estela del caravaggismo.

Amante de los contrastes violentos, bañados de puntos de luz resplandeciente, su pintura es dramática y sofisticada, además de estar dotada de una gran espontaneidad.

Durante su corta carrera logró tener una influencia considerable en la pintura genovesa y entre sus discípulos se cuenta Alessandro Magnasco.