XIX Español

Nacido en una familia de origen humilde, iniciará su formación en Reus con el pintor Domènec Soberano (1825-1909). Huérfano desde los seis años, en 1850 se traslada con su abuelo a Barcelona. Ingresa en la Escuela de Bellas Artes, donde cuenta con maestros como Claudio Lorenzale (1815-1889) y Pablo Milá (1810-1883).

Gracias a una ayuda de la Diputación Provincial, en 1857 Fortuny completará sus estudios con una estancia en Roma, donde estudiará en la academia Chigi. Dos años más tarde, por iniciativa del diputado liberal Manuel Durán Bas y a cargo de la Diputación, se trasladará a Marruecos con el encargo de tomar apuntes para realizar una serie de cuadros con el tema del conflicto hispano-marroquí. La fuerte impresión que le causan tanto su luz como sus habitantes hará de las tierras africanas una importante inspiración para su obra.

El maestro catalán también aprenderá de los grandes pintores españoles –El Greco, Ribera, Velázquez, Goya−, que podrá ver y copiar en el Museo del Prado. Durante su estancia en Madrid conoce al también pintor Federico de Madrazo (1815-1894), entonces director del Museo del Prado, a través del que conocerá a su futura mujer, Cecilia. El hijo de ambos, Mariano Fortuny y Madrazo (1871-1949), será también un polifacético artista, digno heredero de ambas estirpes.

En la ciudad de las luces queda impresionado por la obra de Eugène Delacroix (1798-1863) y se familiariza con los intereses de la plástica internacional. También viaja a Florencia, donde entra en contacto con la corriente plenairista de los macchiaioli. En 1870 se traslada a Granada. Con escenarios como la Alhambra evocará tiempos pasados de Al Ándalus.

Desde el influjo de la pintura nazarena en su juventud, su pintura evoluciona rápidamente hacia una pintura preciosista y de colorido exquisito, destacando especialmente sus obras de carácter orientalista o historicista. El talento creador de Fortuny se plasmará en sus diversas facetas de pintor, acuarelista y grabador. Será además un gran coleccionista de antigüedades, que empleará para ambientar las composiciones de sus cuadros.

Mariano Fortuny y Marsal alcanzará la fama en vida a raíz de su contacto con el marchante Adolphe Goupil en 1868. Es considerado como uno de los artistas españoles que mayor presencia internacional tuvo en su época. Conservan obra suya grandes colecciones y museos, entre los que se encuentran el Museo Nacional del Prado, el Museo Nacional d´Art de Catalunya y el Museo Fortuny de Venecia.