Oswaldo Guayasamín

(Quito, 1919 - Baltimore, Maryland, 1999)

Obras del autor

XX Ecuatoriano

Oswaldo Guayasamín fue uno de los principales protagonistas del panorama artístico latinoamericano. Su interés por el dibujo y la pintura le llevan a matricularse en la Escuela de Bellas Artes de Quito, donde finaliza sus estudios en 1941. Un año más tarde inaugura en esta ciudad su primera exposición individual, en la que el artista presenta un conjunto de telas con un significativo carácter de denuncia social, que manifiestan las preocupaciones temáticas de su producción posterior. 

A mediados de 1942 se traslada a Estados Unidos, permaneciendo allí seis meses. Durante su estancia acude a importantes museos y colecciones y estudia la obra de autores europeos, entre los que destacan especialmente El Greco (1541-1614) y Goya (1746-1828). Tras esta experiencia se instala en México, donde entra en contacto con los grandes muralistas y colabora con José Clemente Orozco (1883-1949), iniciando una etapa centrada en el realismo figurativo, emparentado con la  
. Sus enseñanzas serán fundamentales para Guayasamín y dejarán una fuerte impronta en su pintura. A partir de este momento explora la temática indígena mediante un lenguaje totalmente efusivo, creado a base de planos de color y formas esquematizadas y geométricas, que bebe de las corrientes abstractas más vanguardistas. 

A lo largo de esta década viaja incansablemente por Latinoamérica y recorre Chile, Perú, Argentina, Bolivia y Uruguay. La situación social y política de estos países es el germen de una de sus series más complejas y célebres, Huacayñan (El camino del llanto). Completada entre 1946 y 1952, está configurada por más de un centenar de lienzos que reflejan la desigualdad que sufren los pueblos de estos territorios. 

En 1955 visita por primera vez Europa y expone parte de Huacayñan en la Tercera Bienal Hispanoamericana, celebrada en Barcelona. Desde entonces exhibe sus piezas por toda la geografía española, sobresaliendo la muestra organizada en 1971 en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid, donde presenta La Edad de la Ira, que constituye el segundo gran periodo de su carrera. Los cuadros que integran este grupo representan el dolor que sufre la humanidad, sometida a la violencia más atroz, y buscan hacer reflexionar al espectador sobre la situación de vulnerabilidad y opresión que vive parte de la sociedad contemporánea. Su trabajo, de relevancia internacional, se caracteriza por la potente expresividad de sus personajes, cuyos desolados rostros buscan concienciar sobre las atrocidades sufridas por los grupos sociales más oprimidos. 

El compromiso de su obra ha sido reconocido con varios doctorados honoris causa e innumerables galardones en casi todos los países latinoamericanos; en Europa ha sido distinguido con el nombramiento como Miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Madrid (1978), Miembro de Honor de la Academia de Bellas Artes de Italia (1979) y Caballero de la Ordre National de la Légion d’Honneur francesa (1984).