Pello Irazu

(Andoain, Guipúzcoa, 1963)

Obras del autor

XX-XXI Español

Pello Irazu es uno de los principales protagonistas del panorama artístico contemporáneo. Renovador de la escultura vasca del siglo XX, su obra explora los límites de la arquitectura, la escultura, la pintura y el dibujo.

Nacido en Andoain en 1963, en 1981 comienza sus estudios en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco, donde se licencia en 1986 en la especialidad de escultura.

Sus primeros trabajos están fuertemente influenciados por Jorge Oteiza (1908-2003), tanto en la configuración del espacio como en el uso de materiales industriales. Durante los años iniciales en el País Vasco realiza una serie de fotografías de pequeño formato, que son un interesante testimonio de sus inspiraciones de esta época, entre las que se encontraban, además de la escultura de Oteiza, el minimalismo, el
y el trabajo de Joseph Beuys (1921-1986). Pello Irazu elabora estas fotografías en el estudio del Muelle de Uribitarte que en ese momento comparte con otros creadores vascos, entre los que destacan Ángel Bados (1945) o Darío Urzay (1958).

En 1989 vive en Londres durante un año, y en 1990, gracias a una beca Fulbright, se traslada a Nueva York, donde permanecerá casi una década. Este cambio está alimentado por la necesidad de distanciarse de los lugares que ya conoce y descubrir escenarios que le proporcionen nuevas fuentes de inspiración. Será en Nueva York cuando su producción sufra un importante desarrollo; a partir de ese momento, el artista irá introduciendo materiales más modestos y cotidianos, transformando por completo la fisonomía de sus piezas. Además de trabajar con objetos procedentes del ámbito doméstico, comienza a utilizar la pintura como una piel que recubre las esculturas, otorgándoles un nuevo significado plástico.

Esta estancia en la gran metrópoli será primordial para Irazu, pues, además de propiciar un cambio en su obra, le pondrá en contacto con personalidades relevantes, como el galerista John Weber, impulsor del
, del
y de la escultura minimalista y posminimalista; fue el representante de artistas fundamentales, que exploraron las fronteras plásticas y conceptuales del arte contemporáneo, como Robert Smithson (1938-1973), Sol LeWitt (1928-2007), Richard Long (1945) o Mario Merz (1925-2003).

En 1998 regresa a Bilbao y a partir del año 2000 inicia una nueva etapa. A través de piezas de formas evocadoras, cuestiona los signos que nos rodean; elimina cualquier tipo de pedestal, haciendo que las obras invadan el espacio reservado al público, invitando al a interactuar directamente con ellas. Durante este periodo sigue teniendo especial protagonismo la pintura, que ahora se convierte en pintura mural y se expande más allá de los límites de las esculturas, convirtiéndose en la mediadora de la relación entre la obra y el espectador.

En los últimos años, su producción reflexiona en torno a las nuevas tecnologías con piezas que debaten la noción de la representación tridimensional a través de procesos de reproducción.

La obra de Pello Irazu está presente en colecciones de prestigiosas instituciones, entre las que destacan el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (MACBA), Artium (Vitoria) y el Museum of Contemporary Art San Diego (La Jolla).