Joaquín Rubio Camín

(Gijón, 1929 - 2007)

Obras del autor

XX-XXI Español

Joaquín Rubio Camín nace en 1929 en Gijón. Su infancia y adolescencia transcurren en la inmediata posguerra, tiempos difíciles para una familia humilde con seis hijos. Al terminar la enseñanza básica estudia Mecánica y, con dieciséis años, se incorpora al estudio del arquitecto Antonio Álvarez Hevia, donde acabará trabajando como delineante. En 1947 tomará la decisión de dedicarse por completo a la creación artística, centrándose en la práctica de la pintura. Su formación artística era totalmente autodidacta.

En 1951 se traslada a Madrid para participar en la I Bienal Hispanoamericana. Al finalizar este evento, toma la decisión de establecerse en la capital, donde permanecerá veinticinco años. Durante esta etapa, Camín frecuenta los ambientes artísticos madrileños y conoce a los principales artistas de la vanguardia española, entre los que destaca Jorge Oteiza (1908-2003). A lo largo de estos primeros años, en los que continúa trabajando como pintor, presenta varios trabajos a certámenes, siendo galardonado en 1956 con el Premio Nacional de Pintura. La necesidad de conocer nuevas corrientes artísticas le lleva a establecerse durante un breve periodo de tiempo en París, gracias a una ayuda que le concede el Ministerio de Cultura ese mismo año. Movido por una gran inquietud investigadora, Camín comienza a explorar nuevos territorios plásticos, ampliando sus horizontes a las tres dimensiones.

A finales de los años cincuenta, Camín trabaja en muy diversos campos: pintura, decoración cerámica, diseño de muebles y objetos litúrgicos, escultura y fotografía. En relación a esta última, se adscribe temporalmente al grupo fotográfico madrileño
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En 1960 se produce un hecho que marcará su trabajo de los años siguientes: el encargo de realizar un mural para la iglesia de St. Vincent, en Potters Bar, Londres. A partir de este momento abandona temporalmente la pintura para explorar las posibilidades de la escultura. Así, después de años de investigación con el hierro, desarrolla el angular de acero, que se convertirá en el elemento básico modular de su trabajo escultórico.

Durante los años setenta desarrolla una intensa actividad expositiva y en 1975 regresa a Asturias, instalándose en el enclave natural de Valdediós. A partir de este momento comienza a trabajar con un nuevo material, la madera, que reflejará la reciente relación del artista con la naturaleza que le rodea.

En 1989 retoma su trabajo como pintor. Las obras de esta nueva etapa presentan una innovación técnica: utiliza pintura acrílica, que sin embargo trata como el óleo de sus cuadros anteriores, con empastes realizados con espátula y combinados con pincel. A principios de los años noventa recibirá varios encargos de obra pública. En 2001 el Principado de Asturias le otorga la Medalla de Plata como reconocimiento a una vida dedicada al arte, que fue siempre su gran pasión.

La obra de Joaquín Rubio Camín forma parte de las colecciones de, entre otras instituciones, la Fundación Juan March, el Museo de Bellas Artes de Asturias y la Fundación María Cristina Masaveu.