XVIII Británico

Enmarcado en el , Joshua Reynolds fue uno de los más importantes pintores ingleses del siglo XVIII, destacando como retratista y académico de arte. Personalidad muy influyente, fue una figura fundamental de cara a la consideración social del artista y su papel político, lo que marcaría el devenir del arte británico.

Entre 1740 y 1743 Reynolds trabajó como aprendiz en el taller de Thomas Hudson (1701-1779), el más relevante retratista de Londres en aquel momento, y en 1749 viajó a Italia, donde tuvo la oportunidad de estudiar las ruinas de la Antigüedad clásica y la obra de los maestros italianos. A su vuelta se estableció en Londres y su taller pronto se convirtió en uno de los más afamados de la capital.

A la influencia del y del Renacimiento italianos se sumará, en especial hacia el final de su vida, la de pintores flamencos como Rembrandt (1606-1669) y Peter Paul Rubens (1577-1640).

Reynolds jugó un papel decisivo en la promoción de una escuela de arte gratuita, que además organizara exposiciones de artistas en activo. Cuando finalmente se funda la Royal Academy of Arts en 1768, es elegido como su primer presidente. Desde ese cargo, en una serie de lecturas publicadas bajo el título Discursos sobre arte, expondrá sus teorías sobre el buen arte. En este alegato neoclásico reclamaba la necesidad de mirar hacia el arte clásico y renacentista, idealizando la naturaleza en su representación y jerarquizando los géneros artísticos, estableciendo las escenas históricas como las de mayor nobleza.

Su producción como artista se compone mayoritariamente de retratos; recibía numerosos encargos, que respondían no solo a su talento con el pincel, sino también a su capacidad de engrandecer al retratado, con obras a menudo de gran formato y en interiores, que evocaban el mundo clásico y sus valores. Estos retratos destacan por su originalidad y variedad, y exhiben un amplio repertorio de poses y accesorios muy del gusto de la élite londinense. 

Aunque la admiración no fue unánime, y hubo detractores, a lo largo de su vida alcanzó un notable éxito comercial y un anhelado reconocimiento, convirtiéndose en una figura de primer orden. Tuvo el honor de retratar y relacionarse con los principales protagonistas de la historia inglesa de la segunda mitad del siglo XVIII.

Joshua Reynolds falleció en 1792 y fue enterrado en la Catedral de San Pablo, en Londres. Su labor de reivindicación del arte en la esfera pública y política, así como sus planteamientos teóricos, serán determinantes para el desarrollo del arte británico, con especial influencia en importantes artistas como John Constable (1776-1837) o William Turner (1775-1851), hoy enterrado junto a él.

En 1813 será el artista elegido para la primera exposición conmemorativa de la British Institution, en el marco de un programa expositivo que aspiraba a situar el arte británico a la altura del mejor arte europeo, a la vez que contribuir a formar el gusto del público no especializado y estimular a los jóvenes artistas. Suponía un gran reconocimiento para un artista fallecido solo veinte años antes.