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https://www.coleccionbbva.com/en/autor/rivera-diego-2/
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autor
25482
Diego Rivera
(Guanajuato, 1886 – Ciudad de México, 1957)
Obras del autor
XIX-XX Mexicano
Nace el 8 de diciembre de 1886 en la ciudad de Guanajuato. A los seis años de edad se establece con su familia en la Ciudad de México, donde continúa su educación escolar hasta 1896, año en que comienza a asistir a la Academia de San Carlos.
En 1907 presenta su primera exposición y gana una beca para estudiar en Europa y perfeccionar sus conocimientos pictóricos, primero en Madrid y más tarde en Francia e Italia. Durante su estancia de catorce años en Europa, que se extiende hasta 1921, vive en Montparnasse, el corazón de las vanguardias, y se rinde, entre otras corrientes artísticas, al
cubismo
Término acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles (1870-1943) para designar al movimiento artístico surgido en Francia en 1907 de la mano de Pablo Picasso (1881-1973) y Georges Braque (1882-1963), que implicó una ruptura definitiva con la pintura tradicional. Considerada como la primera vanguardia histórica del siglo XX, su principal característica es la representación de la naturaleza a través del uso de formas geométricas bidimensionales que fragmentan la composición, desapareciendo por completo la perspectiva. Esta innovación plástica y conceptual supuso una gran revolución y jugó un papel fundamental en el desarrollo del arte del siglo XX.
. De vuelta en México en 1921, lidera el medio cultural y emprende numerosos murales de temática histórico-heroica.
De ideología comunista, es famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos y es considerado uno de los tres grandes exponentes del muralismo mexicano junto con José Clemente Orozco (1883-1949) y David Alfaro Siqueiros (1896-1974). Casado con la pintora Frida Kahlo (1907-1954), desarrolla pinturas monumentales en distintos puntos del Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y en otras ciudades mexicanas (Cuernavaca y Acapulco) y extranjeras (Buenos Aires, San Francisco, Detroit y Nueva York).
En 1941 Rivera emprende la construcción de su museo arqueológico Anahuacalli. En 1944 se le otorgan nuevos muros: en el patio interior del Palacio Nacional diserta sobre Tenochtitlan y en el Instituto Nacional de Cardiología sobre los progresos de la medicina. Entre 1947 y 1948 pinta
Sueño de una tarde dominical en la Alameda
en el Hotel del Prado de Ciudad de México. En cuanto al caballete, sus paisajes y retratos mundanos o indigenistas son los más cotizados del mercado.
Muere en Ciudad de México el 24 de noviembre de 1957. Sus restos descansan en la Rotonda de las Personas Ilustres del Panteón Civil de Dolores.
Se ha dicho que Rivera convierte las tradiciones indígenas y los grupos étnicos en un hermoso e inofensivo arquetipo. Es el más clásico de los “tres grandes”. Se aleja, por una parte, del misántropo José Clemente Orozco (1883-1949), que defiende el poder regenerador del escepticismo, viendo la utopía de la Revolución como una promesa de muerte, migraciones masivas y conflictos de clase; por otra, del doctrinario Siqueiros (1896-1974), que propone perspectivas dinámicas, fogosos escorzos y desmedidas proporciones corporales en aras de una experimentación radical. Rivera desarrolla en su plástica una visión nacionalista de la laboriosa transformación de México y un voluptuoso panteísmo que habrá de desembocar en un nuevo academicismo.