Andreu Alfaro

(Valencia, 1929 – 2012)

Amazona II

1988

mármol rosa de Portugal

49,5 x 43 x 23,6 cm

Nº inv. 34232

Colección BBVA España


Espléndida escultura en mármol de este artista valenciano cuya extensa y heterogénea obra le convierte en un referente imprescindible de la escultura española del siglo XX. Su creación se caracteriza por una rica tensión de contrarios, que a veces le hace mostrarse como un clasicista y otras como un barroco.

Sus primeras obras reflejan una imagen informalista, que desarrolla dentro del
junto a otros grandes artistas como Eusebio Sempere (1923-1985), Salvador Soria (1915-2010) o Joaquín Michavila (1926-2016). Poco a poco irá evolucionando hacia un
geométrico.

En la década de 1980, tras veinte años dedicándose a la abstracción, Alfaro abandona sus generatrices y se abre a nuevas influencias. Emprende un nuevo camino, volviendo la mirada hacia la escultura tradicional. El periodo de ejecución de esta pieza, que abre la nueva etapa creativa, coincide en el tiempo con el reconocimiento por parte de las instituciones académicas, con la concesión, en 1981, del Premio Nacional de Artes Plásticas.

Estilísticamente, el artista está influenciado, por un lado, por la escultura arcaica, principalmente por los
griegos, por los que sentía una gran admiración. Por otra parte, se siente atraído por los grandes artistas italianos del Renacimiento tardío y del Barroco, como Miguel Ángel (1475-1564) y Gian Lorenzo Bernini (1598-1680). En cuanto a la materia que emplea en sus obras, generalmente utiliza la piedra, reafirmando así el valor de la masa pétrea como elemento constructivo de la escultura. De hecho, gran parte de sus obras están realizadas en mármoles y calizas blancos y rosas, que conceptualmente abren un nuevo camino hacia la problemática del volumen, peso y calidad de la superficie. Y es que, para el artista, la piedra es el material que mejor expresa la perpetuidad.

En Amazona II Alfaro utiliza mármol rosa de Portugal, que talla de una manera geométrica y estilizada en forma de cuerpo. La pieza es delicada y sutil, simplificada a base de líneas curvas que perfilan la cabeza, el torso y la pierna, sensiblemente adelantada, como si se tratase de una figura en movimiento.