Amadeo Gabino

(Valencia, 1922 – Madrid, 2004)

Sin título

1983

latón y acero corten

250 x 400,5 x 40 cm

Nº inv. 3622

Colección BBVA España



La obra de Gabino supone en cierta manera la continuidad de los postulados formulados por Julio González (1876-1942) en relación a su interpretación de los aspectos constructivos y los elementos espaciales.

El artista abandona muy pronto la figuración para aceptar la experiencia abstracta, el
, los avances de la técnica, la ingeniería y la arquitectura. De los constructivistas utiliza las
y los métodos compositivos; del espacialismo la tridimensionalidad; del cinetismo el juego de combinaciones ópticas; del minimalismo la magnitud de las formas…

En cada una de las partes de su obra hay una unidad natural, no una simple agrupación mecánica de varios elementos. No existe casualidad ni caos en su disposición, sino una buscada organización.

Los recortes de la chapa resultan figuras simples, sobrias, que al convertirse en módulos desbordan el plano, perdiendo su rigidez rectilínea y adquiriendo una mayor flexibilidad. Aparece así una dialéctica de lo visible y lo oculto que se esconde tras esas armaduras o escamas de plancha que tanto pueden recordarnos las armaduras de un guerrero medieval, la piel de algunos mamíferos o reptiles, los habitáculos espaciales o los relieves de un planeta plagado de cráteres volcánicos. Un espacio cerrado que se proyecta a través de esos potentes ojos polifémicos. Forma redonda, elemento compacto, perímetro definido; personajes de esa nueva técnica dotados de una piel suave de acero o latón y de una rugosa apariencia de herrumbre.