Francisco Leiro

(Cambados, Pontevedra, 1957)

Querido Andrés

1994

madera y moqueta

162, 6 x 166,4 x 96,5 cm

Nº inv. 4123

Colección BBVA España


El estilo de este escultor gallego es inconfundible en el panorama artístico actual. Durante su paso por la Escuela de Artes y Oficios de Santiago de Compostela se integra en el grupo
, época en la que en su obra confluyen elementos surrealistas y pop. A finales de los ochenta se instala en Nueva York y empieza a trabajar para la Galería Marlborough.

Es entonces cuando su escultura adquiere tintes expresionistas, que fusiona con su interés por la escultura figurativa arcaica y la inclusión de estructuras abstractas que dotan a su obra de atemporalidad y connotaciones metafóricas. Leiro mezcla lo trágico con lo cómico, la realidad con la ficción, lo internacional con lo local, logrando un peculiar lenguaje de contrastes que le permite transmitir lo que persigue.

Esta obra realizada en madera procede de la Galería Marlborough de Madrid. Aunque trabaja con materiales muy diversos, que yuxtapone con el fin de crear sentimientos encontrados en el espectador, es con la madera con lo que el artista dota a sus creaciones de mayor realismo. La maleabilidad de esta noble materia, a la que siempre ha estado vinculado —su abuelo trabajaba ya con ella— le permite manipular y transformar el soporte y lograr una calidez imposible en otros materiales.

La figura humana ya se ha despojado del caparazón que antes la constreñía y la anatomía evidente ha dotado a la obra de una mayor expresividad. La postura del personaje, con la pierna fundida en el soporte, sugiere intencionadamente que la obra está inacabada e insinúa, de forma irónica, que el personaje va a ser absorbido por esa moqueta que oculta la tierra, o que todavía no ha salido por completo de ella, del medio del que procede.