Esta obra es el resultado del proceso experimental hacia la a partir de un elemento figurativo: la máscara africana.

Durante su estancia en Nueva York, en sus frecuentes visitas al MET (Metropolitan Museum of Art), el artista quedó maravillado por su colección de máscaras; a partir de entonces, en reiteradas ocasiones, las máscaras constituyeron el punto de arranque de su discurso escultórico. 

El procedimiento para llegar a la abstracción es analítico, complejo, en base a la reducción y estilización del componente figurativo, la máscara. Asimismo incluye una novedad, que diferencia esta obra de algunas de sus creaciones anteriores, y es la adición de formas lepidópteras (aladas), que generan volúmenes salientes. 

La pieza está formada por dos partes de latón −una de ellas esmaltada− que forman pliegues que remiten al origami japonés, fuente de inspiración recurrente en su trayectoria artística. La presente y  25.marzo.2015 (también en la Colección BBVA) son las únicas obras fraccionadas, dado que, por lo general, el artista recurre a la creación de esculturas de una única pieza indivisible. 

El acabado resulta asombroso, con la confrontación de dos texturas que impresionan táctil y visualmente: la parte esmaltada, oscura y brillante, se contrapone al latón, de coloración dorada y superficie pulimentada, contribuyendo a la transformación de la luz en materia.