Esta pieza es un interesante ejemplo de la evolución de los dibujos metálicos abstractos (abstract metal drawings), reciente línea de trabajo del artista David Rodríguez Caballero.

La inspiración para estas esculturas tiene un arranque emotivo: la enfermedad neuronal de su padre. Le llaman la atención las imágenes de las conexiones neuronales, muy proteicas, por su constante transformación. Asimismo, Rodríguez Caballero encuentra en la erosión del metal, ejercicio constante en su obra, el dibujo abstracto con el que crear esta maravillosa pieza escultórica. De este modo, a partir de un proceso de reducción del metal, elimina el soporte y proyecta sobre la pared la escultura, ingrávida y delicada, dando la sensación de que se encuentra suspendida en el espacio.

Los metales empleados en 19.diciembre.2017 –el título alude a la fecha de finalización de la obra− son el acero y el latón, cuyas tonalidades plateadas y doradas avivan visualmente el conjunto por sus diferentes intensidades lumínicas.