Desde sus inicios, la obra de Pablo Armesto ha mostrado un especial interés por la luz, con instalaciones y obras de arte público que sorprendían por su ya incipiente uso de recursos poco habituales en el campo artístico, como la iluminación led.

El origen de este interés y el motor principal de su obra será, siempre, una propuesta filosófica o estética. “Más que luz”, en palabras del artista.

Esta pieza hace referencia a uno de los ciclos presentes en la naturaleza −el de la luna y sus fases−, acercándolo a la escala humana. Con ella el artista nos habla también de lo femenino. Es una obra de gran sencillez plástica pero de marcada contundencia geométrica, tanto por su composición formal como por los materiales elegidos para su realización, el metal y el cristal, ambos presentes en la naturaleza.

Fases, obra icónica de gran belleza, nos hace estar más cerca de todo aquello que contemplamos y de esa magia presente en el espacio y el tiempo.