Escultor gaditano reconocido por la presencia significativa de sus obras en los espacios urbanos públicos de la geografía española. Su trayectoria artística se define en base a una particular abstracción del espacio y a la modernidad en la elección y empleo de los materiales que definen su expresión artística.
 
Muy tempranamente se traslada a Madrid, donde entra en contacto con algunos artistas del grupo El Paso, sobre todo con Eusebio Sempere (1923-1985). Su llamativo interés por el mundo cinético le lleva a experimentar con la materia en la creación de piezas generadas en base a planteamientos geométricos, volumétricos y de una marcada exigencia estilística.
 
Sus esculturas, no carentes de experimentación previa, reflejan rotundidad y, para deleite del espectador, están ejecutadas de manera magistral.
 
Poliedrismo I  forma parte de una serie de piezas que realiza a comienzos de la década de los setenta cuyo denominador común es la experimentación con cuerpos geométricos, de diferentes proporciones, mediante el uso del acero inoxidable pulido. Se trata de obras rotundas, fruto de la reflexión e interpretación del proceso creativo, donde todo encaja: ilusión y realidad, luces y sombras, dinamismo y estatismo.