Ángel Orensanz

(Laurés, Huesca, 1940)

Personajes catalanes

1972

hierro cortado, soldado y pintado

190 x 600 cm

Nº inv. E00061

Colección BBVA España



Tras una larga trayectoria artística en Francia e Inglaterra, ha desarrollado un lenguaje plástico en el que combina la audacia imaginativa con el rigor técnico, vertidos ambos en familias de piezas realizadas para aportar una dimensión mágica al espacio humano.

Su escultura quiere ser memoria y discernimiento. Un trabajo que reta la visión e interroga la razón para empujar a todos a estar despiertos, a cultivar el recuerdo, porque el futuro nos aguarda con todo el  peso que la historia ha depositado sobre nosotros.

Sus obras humanizan la naturaleza; piezas que se insertan en el entorno para darle vida, creando un espacio en el que cada elemento cobra valor en relación con los que le circundan. Exigen amplios espacios; ese “environment” en el que cobran sentido sus figuras totémicas ascendentes cuajadas de oquedades; ese bosque de elementos tubulares polícromos.

Nada mejor que el texto que el artista realizó para esta obra y su título para definirla: “Escultura para un determinado contexto arquitectónico y social. Presencia plástica que dota de dimensiones estéticas todo el contorno integral. Escultura integrada".

Como elementos temáticos, las referencias de izquierda a derecha a Jaime Balmes y Urpiá (1810-1848), Antoni Gaudí (1852-1926), Jacinto Verdaguer ( 1845-1902), Joan Maragall Gorina (1860-1911) and Juli González Pellicer (1876-1942). Tras ellos, la proyección innumerable de su obra en multitud de personalidades; muchas anónimas. O también sus antecesores: Muntamer y Ausias March y contemporáneos Monturiol y José María Sert. Es decir, la confluencia del pasado y del presente, de personalidades señeras y siluetas anónimas de emigrados: la representación de un pueblo.”

Una obra homenaje al espíritu y al pueblo catalán; a su trabajo; a su afán de superación. A esa amalgama multicultural que forma un pueblo del que solo pone cara a sus figuras emblemáticas, pero en el que todos sus integrantes están presentes a través de esas siluetas sin rostro.