Andreu Alfaro

(Valencia, 1929 – 2012)

Sin título

1980

Serie Bufantines

aerografía sobre papel

90 x 43,5 cm

Nº inv. 1666

Colección BBVA España



Andreu Alfaro es uno de los referentes de la escultura española de la segunda mitad del siglo XX. De formación autodidacta, se inició en las artes plásticas con la pintura y el dibujo para luego adentrarse plenamente en la escultura en la década de los cincuenta, tras haber viajado a París y Bruselas, donde visitó la exposición 50 años de arte moderno. Este evento tuvo lugar dentro de la celebración de la Exposición Universal e Internacional de Bruselas de 1958 y simbolizó el triunfo de la modernidad en el ámbito artístico internacional.

La innovación y la experimentación – tanto formal como material – fueron una constante en su trabajo, por lo que resulta difícil incluirle dentro de ningún movimiento o corriente artística. Sin embargo, sus principios plásticos se ven influidos por el
y por la obra de artistas como Constantin Brancusi (1876-1957), Julio González (1876-1942), Antoine Pesvner (1888-1962) o Naum Gabo (1890-1977), cuyas piezas contempló durante la Exposición Universal de 1958.

A pesar de haber dedicado su carrera esencialmente a la escultura, el trabajo sobre papel es fundamental a lo largo de toda su trayectoria. Sus primeras manifestaciones artísticas se dan dentro del campo del dibujo, donde sienta siempre las bases de sus investigaciones plásticas. Los primeros dibujos, expuestos en 1957 en la Sala Mateu (Valencia) y realizados sin levantar el lápiz del papel, muestran un trazo decidido, rotundo y lineal, que evoca las arquitecturas geométricas de los artistas constructivistas. Estas composiciones coinciden estilísticamente con las esculturas de filamentos que realiza durante los años cincuenta, en las que los volúmenes macizos han desaparecido para dar paso al vacío y al espacio como elemento principal de cada composición.

La constante investigación plástica le llevó, a finales de los años sesenta, a crear un conjunto de esculturas conocidas como generatrices, que supusieron su consagración como escultor de espacios públicos. En ellas el autor ensambla una serie de varillas metálicas rectas en torno a un eje central. Dicha yuxtaposición produce un efecto de curva tridimensional de cuyo interior parece emanar una vibrante energía. Estas obras, de una potente carga semántica, evocan fenómenos naturales, como el movimiento generado por el viento, el vuelo de las aves o el leve desplazamiento de la vegetación ante determinados fenómenos atmosféricos.

Desde mediados de los años setenta hasta principios de los ochenta, Alfaro realizó la serie Bufantines, formada por un grupo de
sobre papel en las que investiga, en dos dimensiones, los principios básicos de sus generatrices.

Esta obra de la Colección BBVA, que forma parte de la serie mencionada, muestra, debido a la repetición de planos paralelos, una suerte de sutil contorsión, que se acentúa gracias al elegante uso del claroscuro. En ella Alfaro juega con los mismos principios ópticos de las generatrices y consigue proporcionar una sensación de volumen que evoca la corporeidad tridimensional de sus trabajos escultóricos.