Antoni Clavé

(Barcelona, 1913 – Saint-Tropez, Francia, 2005)

Instrument Étrange VIII

1981

grabado (aguafuerte y aguatinta, carborundum y gofrado) sobre papel (45/99)

76 x 56 cm

Nº inv. 2377

Colección BBVA España


Como todos los grandes creadores del siglo XX, su arte se ha manifestado a través de distintas técnicas: pintura, escultura, cartel publicitario, estampación, decoraciones y vestidos para obras teatrales, etc.
 
En todas ellas ha dejado la impronta de su personalidad y de su búsqueda constante, así como sus aportaciones técnicas, lo cual resulta especialmente evidente en la estampación, en donde mezcla técnicas hasta entonces consideradas incompatibles, huyendo de la repetición existente en este ámbito tan volcado en la comercialización de la obra de arte.
 
En 1939, recién llegado a París con la oleada de exiliados políticos que recaló en el país galo tras la guerra civil española, un amigo catalán le aconsejó que se iniciase en la litografía, dada la facilidad de venta que a priori podía tener una obra seriada debido a su bajo coste.
 
Por azar va a parar a uno de los talleres parisinos más importantes, el de Edmond Desjobert, que le introduce en esta técnica y con el que realizará sus primeras litografías. La experiencia le apasiona, pero su curiosidad insaciable y el hecho de que realice tiradas muy cortas hacen que la aventura resulte un fracaso económico. Sin embargo, su intenso trabajo en este campo le permite adquirir un dominio absoluto de la técnica, lo que le valdrá en 1956, en la XXVIII Bienal de Venecia, el Premio de Grabado de la Unesco, al que se sucederán otros muchos.
 
Su dominio de la litografía le lleva pronto a experimentar con otras técnicas, como el
(1965), al que pronto incorpora el carborundum (1968), procedimiento que le permite grandes posibilidades de manipulación de la plancha. Su lucha por la constante renovación le aleja de los cauces ortodoxos y le lleva a incluir en una misma plancha varias técnicas a priori incompatibles entre sí: el carborundum, el
, la
, el
, la estampación sobre plancha de aluminio (1972), que combina de manera experimental y cuyo resultado final aún modifica de nuevo con nuevos tirajes superpuestos o con collages, desgarros, plegados, etc.
 
Es de los pocos artistas que en sus grabados piensa como grabador y no como pintor que trasfiere su pintura a una plancha. Por ello los materiales que utiliza cobran protagonismo y ganan en fuerza y contundencia.