Antón Lamazares

(Maceira, Pontevedra, 1954)

Gracias vagabundas

1987-1993

óleo y barniz sobre cartón pegado a madera

251,5 x 127,3 cm

Nº inv. 4112

Colección BBVA España


Artista precoz, su creación se sitúa a medio camino entre la poesía y la pintura, pese a dedicarse en mayor medida a la segunda, y en ambas se percibe una intencionalidad irónica y crítica con fuertes raíces gallegas. Formó parte del grupo Atlántica, siendo Laxeiro (1908-1996) uno de sus primeros referentes.

En sus obras de los ochenta hay ecos de Jean Dubuffet (1901-1985), Gaston Chaissac (1910-1964), Antoni Tàpies (1923-2012) y el
, pero en realidad su búsqueda es la de la belleza humilde y cotidiana: “trabajo con materiales humildes porque pienso que así estoy más cerca de la vida…” Recoge materiales de labor, de desperdicio, que utiliza como soporte de sus obras, como si a través de los materiales intentase recuperar su vínculo con las cosas, con lo cotidiano. Trabaja sobre maderas, cartones, sacos, que cubre de gruesas capas de barniz, cola o productos industriales.

A finales de los ochenta inicia la serie Gracias vagabundas, que desarrollará en los noventa y presentará en la Galerie Philippe Gravier de París en 1994. A su periodo minimalista anterior sigue un estallido emocional. Las figuras han desaparecido sustituídas por manchas de color. Un
onírico en el que sus obras nos hacen pensar en hojas, flores, explosiones cósmicas, átomos… Los colores se desbordan. Los cuadros de gran formato se llenan de manchas que evocan el cielo estrellado, espacios llenos de flores… La presencia de esta obra es imponente, por su tamaño y por su fuerza expresiva.