Manuel Hernández Mompó

(Valencia, 1927 — Madrid, 1992)

Sin título

1968

litografía sobre papel (56/75)

61,5 x 77 cm

Nº inv. 5385

Colección BBVA España


La obra de Mompó se caracteriza por buscar la expresión mínima para comunicar: “No necesité nunca, al pintar, usar materiales de arenas, maderas, collages, gruesos de color, etc… A mí me iba más decir las cosas con lo mínimo...”. Esto se plasma tanto en su obra pictórica, como en la realizada sobre papel −es el caso de la presente litografía−; también en sus esculturas de los años ochenta.

A finales de la década de los sesenta el artista valenciano se encuentra en el culmen de su carrera. En 1966 expone en la Galería Claude Bernard de París;  dos años después es premiado por la UNESCO en la XXXIV Bienal de Venecia, donde había expuesto un importante conjunto de cuadros en el pabellón español.

Mompó comienza a actuar en este momento de su trayectoria como pintor y como poeta, armonizando ambos lenguajes de manera magistral. Como él mismo afirmaba, “a veces necesito poner, cuando pinto, unas palabras o frases que me ayuden a expresar una denuncia o un halago a la vida”. De este modo, en la obra que nos ocupa, podemos leer frases intercaladas en el conjunto: “Cerca del mar / buscan luz / salir de los muros / junto a un mercado / todos / risas / saludos”.

En esta obra habla del mar, de salir de los muros, lo que podría tener relación con sus veranos en Ibiza, desde 1963, largos veranos llenos de luz y de experiencias compartidas con otros artistas de vanguardia. La luz ibicenca le conduce también a la transición hacia fondos más luminosos, poblados de pequeñas figuras y palabras. Con su personal iconografía busca plasmar una visión positiva de la humanidad, presentando a un hombre capaz de saltar muros y salir de su inmovilismo, una humanidad que observa desde la posición de espectador y narrador de lo cotidiano.