Manuel Viola

(Zaragoza, 1916 – San Lorenzo del Escorial, Madrid, 1987)

Sin título

s.f.

acrílico sobre papel encolado a tablex

140,4 x 48,7 cm

Nº inv. 5959

Colección BBVA España



De formación autodidacta, tras la guerra civil se exilia en Francia, en contacto con el surrealismo. A su vuelta a España su creación se va acercando al
y el colorismo, que durante algunos años abandonó en favor del blanco y el negro, para regresar de nuevo al color poco después.

Este acrílico sobre papel pertenece a un momento en el que introduce matices cromáticos, en una gama de colores verdes, trabajados con fuertes contrastes de luz y sombra, una cierta violencia gestual y una pincelada que juega con el tempo de la pintura, fundiendo algunos tonos y respetando otros según el efecto deseado.

Antes poeta que pintor, pese a su adscripción a la pintura escribió una serie de hermosos poemas, y sus dotes literarias también son evidentes en los títulos de muchas de sus obras. El espectador puede dejar volar la imaginación y ver en esa luz el destello de un aleteo, pero también podemos evocar una acción metafórica, el inicio de un salto al vacío, hacia lo desconocido, hacia esa oscuridad que se convierte en luz.

Las semejanzas que comparte con otro lienzo, Despegando, también en la Colección BBVA, nos lleva a pensar que fue realizado en la década de los setenta, algo antes de su antológica en La Lonja de Zaragoza, y supone un claro ejemplo de esa abstracción de carácter expresionista  tan característica del artista.