Emilio Varela

(Alicante, 1887 – 1951)

Naturaleza muerta

s.f

óleo sobre cartón

35 x 40 cm

Nº inv. 6237

Colección BBVA España


En su pintura se dan la mano los retratos, en los que la figura adquiere una estilización y una elegancia casi ascéticas; los autorretratos, que pintó de manera obsesiva y que nos muestran su evolución pictórica; los múltiples paisajes rurales y urbanos de su tierra alicantina, y los interiores y bodegones.

El artista pinta las estancias y los objetos que le rodean. Son interiores de espacios conocidos, cotidianos, en los que reina una atmósfera de quietud, de recogimiento. Siempre en penumbra, en ellos la luz se tamiza a través de un vano que se abre al exterior y los objetos nos hablan de una vida sencilla, austera, marcada por el clima mediterráneo que impone su ritmo vital.

Los bodegones son también un fragmento cualquiera de esos interiores. Los objetos que representa son cotidianos, familiares, domésticos, y se repiten una y otra vez. Jarras, búcaros, platos de loza, flores y frutas trabajados de manera más tradicional o vanguardista, pero en los que siempre cobran especial importancia la luz y su tratamiento.