La presente acuarela fue realizada por Miró como boceto para la portada del catálogo de una exposición celebrada en 1958 en la Galerie Berggruen & Cie de París. La muestra tenía como protagonista el libro de artista titulado À toute épreuve, fruto de un intenso trabajo colaborativo a lo largo de diez años con el poeta Paul Éluard y el editor Gérald Cramer.

La elaboración de este libro fue un trabajo que reportó a Miró la satisfacción de llevar a la práctica una concepción del libro de artista muy personal; en esta edición el poemario original se espacia y completa con las obras gráficas de Miró, elaboradas con la técnica de la .

En esta acuarela de Miró podemos observar el protagonismo del trazo y la gestualidad. Su forma de trabajar, espontánea y directa, remite al , que pudo conocer durante su estancia en Nueva York en 1947.  Por otro lado, la obra no es ajena al eco oriental de técnicas como la caligrafía, técnica que se adaptaba a la perfección con su estética y con la forma de trazar su singular imaginario pictórico.

La fuerza del trazo se complementa con la del color; el rotundo trazo negro transmite una gran fuerza expresiva y simbólica, que se refuerza con la ornamentación de las grafías rematadas por puntos dispuestas sobre una amplia mancha en verde vibrante, acompañada a su vez de una forma circular en su color complementario, el rojo. La obra destila fuerza y simplicidad.

Su condición de boceto para la edición de À toute épreuve hace de esta pieza algo único dentro de la producción del artista catalán.