Guiot de Beaugrant

(documentado entre 1526 — 1549/50)

Traza original autógrafa del retablo mayor de la catedral de Santiago de Bilbao

1533

tinta sobre pergamino

111 x 83,50 cm

Nº inv. P00052

Colección BBVA España


Estamos ante la traza original que el artista franco-flamenco realizase para el retablo mayor de la catedral de Santiago de Bilbao.

Se sabe que Guiot de Beaugrant se instaló en Bilbao en torno a la fecha en la que el concejo bilbaíno le encarga el retablo mayor de la catedral, cuya traza firma el artista el 14 de septiembre de 1533.

“Este es la traça fecha por Maese Guiot de Beogrant, del retablo que ha de facer para la yglesia del Señor Santiago desta villa de Vilvao, que se obligo a facer oy dia les quatorse dias del mes de setiembre mill e quinientos e treynta e tres años en presencia de mi Pedro Martines de Vilvao / la Vieja escrivano de sus majestades e del numero de la noble villa de Vilvao...” firmada por el citado Pedro Martines y Guiot de Beugrant.

El proyecto sufrió algunas transformaciones, tal como se refleja en los nuevos contratos firmados en 1535 —en el que se reducían a dos las historias dedicadas a Santiago (la Degollación de Santiago y La Transfiguración— y en 1543 —en la que se añadía en el ático una Quinta Angustia con siete u ocho personajes y las figuras de los dos ladrones—, por lo que el resultado final difirió de la traza original que conservamos. El retablo se terminará tres años más tarde, hacia marzo de 1546, fecha en la que consta que ya estaba tasado y que se le debían al artista unos ochocientos ducados de los tres mil que costó la obra.

En cualquier caso, bien porque su estética difería del nuevo gusto neoclásico o porque amenazaba ruina, el retablo se desmonta en 1805, dispersándose las imágenes, por lo que esta traza es el único testimonio que nos da cuenta del aspecto aproximado que debió de tener.

En la traza original el retablo constaba de cinco calles y cuatro entrecalles, distribuidas en zócalo, tres bancos y ático. La calle central era tan ancha como cada dos laterales y su casa principal el doble de alta que las de las otras calles. Las entrecalles presentaban hornacinas cubiertas con veneras y enmarcadas por pilastras de grutescos y columnas abalaustradas, excepto en el cuerpo bajo que eran de fuste corintio decoradas en su tercio inferior. El cuerpo central se concebía como una gran capilla redonda que avanzaba con respecto al resto del  retablo y cuyo entablamento estaba decorado con guirnaldas de frutas caladas.  El segundo piso se dividía en tres casas de medio punto rematadas por un cimborrio sobre el que se asentaba la cruz del Calvario.

La iconografía, según las anotaciones contenidas en la traza, era la siguiente: en el zócalo el Estado de la Iglesia, la Última Cena, el Estado Temporal y cuatro santos de devoción popular en relieve. En el primer banco los cuatro Evangelistas, cuatro escenas de la vida de Santiago (modificadas en el contrato de 1535) y la escena titular, que representaba a Santiago Matamoros. En el segundo banco los cuatro padres de la Iglesia y cuatro historias de Santiago (modificadas en el contrato de 1535). En el tercer banco San Sebastián, los doce Apóstoles, San Roque y una figura del Salvador en el centro. En el ático había ángeles, relieves de la coronación de espinas y la cruz a cuestas, rematado por un crucifijo con la Magdalena a los pies. El ático es el que sufre modificaciones en el contrato de 1543, cuando se introducen los dos ladrones y la Quinta Angustia en el centro, lo que obligaría a sobreelevar el crucifijo y eliminar el cimborrio.

Del retablo desmembrado en 1805 se conservan varias imágenes, todas ellas policromadas con posterioridad. En la misma iglesia encontramos las cuatro tallas de los Padres de la Iglesia revestidos con sus atributos característicos (San Jerónimo, San Ambrosio, San Agustín y San Gregorio Magno), en origen situadas en el segundo banco del entablamento y hoy en la Sacristía, y el llamado Cristo del Amor, que debía coronar la estructura. En el Museo Vasco (antiguo Museo Arqueológico) hay una figura de Cristo, que por sus dimensiones pudo pertenecer a La Transfiguración, un ángel -posiblemente del  ático- y otras dos imágenes pertenecientes al conjunto de la Quinta Angustia, así como doce santos que serían en realidad los doce apóstoles situados en el tercer banco del conjunto, y que proceden de la iglesia de Luno, a donde habían ido a parar tras la dispersión del retablo.

El esquema que siguió Guiot para la realización del mismo guarda relación con el retablo mayor de la capilla de los Condestables de la catedral de Burgos y con el de la catedral de Santo Domingo de la Calzada (realizado entre 1537 y 1539 por Damián Forment (h. 1480—1540).