Manuel Hernández Mompó

(Valencia, 1927 — Madrid, 1992)

Enseño

1967

acrílico, aguada, pastel, carboncillo sobre papel

67 x 81 cm

Nº inv. P00864

Colección BBVA España


Creador de una versión contemporánea del tradicional luminismo levantino, inicia su trayectoria realizando escenas urbanas y paisajes figurativos que se esencializan y diluyen en series sobre papel, obteniendo un mundo propio, inmediato y hasta cierto punto ingenuo.
 
Tras estudiar en la escuela de Bellas Artes de Valencia, viaja a Roma, Ámsterdam y París, donde entra en contacto con las corrientes abstractas de posguerra. A su vuelta a España, en 1957, se instala en Madrid, situándose en la periferia de la órbita informalista, en los límites de la figuración, donde lleva a cabo una abstracción en la que las imágenes pueden adivinarse. Sus estancias en Ibiza y Mallorca en la década de los sesenta confieren a su obra espontaneidad y luminosidad, y tras ellas blanquea esos fondos más sucios y grises de su etapa anterior.
 
Conservó hasta el final su lenguaje de signos y perfiles de figuras esquemáticas que parecen flotar mágicamente sobre el espacio. Compone atmósferas sutiles y efectos de ensoñación que recuerdan en gran parte al
lírico que caracteriza la obra de Wassily Kandinsky (1866—1944) o de Paul Klee (1879—1940).
 
Tanto en Enseño como en Antes, se advierte la relación de Mompó con la obra de Joan Miró (1893—1983) y el mundo gráfico infantil. Su espacio se configura a partir de líneas, formas geométricas y signos que son su peculiar fuente de representación de la vida cotidiana. Su pintura es francamente reconocible por el uso de unos colores planos, aunque muy vivos, y una atmósfera de símbolos sin volumen pero que, sin embargo, logran a la perfección definir el espacio.