Jordi Teixidor

(Valencia, 1941)

Sin título

1973

serigrafía sobre papel

65 x 49 cm

Nº inv. P06997

Colección BBVA España



Jordi Teixidor es considerado uno de los protagonistas más destacados del arte español contemporáneo. Gracias a la estrecha relación que mantuvo con el
,
principalmente con Fernando Zóbel (1924-1984) y Gustavo Torner (1925), asimila su lección plástica para adoptar un lenguaje enmarcado dentro de la abstracción. Cabe destacar que en 1973 -fecha en la que realiza esta
-
viaja por primera vez a Nueva York, donde conoce la obra de Mark Rothko (1903-1970) y Barnett Newman (1905-1970), principales representantes de la pintura abstracta americana. Este descubrimiento es crucial para la configuración de su estilo pictórico, basado en la
con influencia constructivista y próximo al
.

En su etapa inicial, como vemos en esta obra, se centra en la investigación de la geometría para crear campos pictóricos que le permiten indagar sobre la relación de los planos y su agrupación. Este concepto está muy unido a su interés por la gemología y la mineralogía; basando la estructura geométrica de sus obras en el estudio de las
, llega a obtener, a través de planos de color delimitados, distintas combinaciones. Así, crea una pintura depurada y nítida, con la que experimenta en el campo del color a través de grandes superficies monocromas y lisas que se superponen para conseguir una superficie más dinámica.

Siempre fiel a la abstracción, sin intención de mostrar ni transmitir ninguna emoción, sus obras de este periodo poseen un carácter marcadamente reflexivo. A través de ellas se embarca en la búsqueda de lo esencial, que reside en la estructura de la superficie pictórica, caracterizada por la planitud y el simbolismo cromático. La geometría -elemento capital en la articulación de su discurso estético- se convierte así en el principio organizador del espacio, procedimiento que supone una gran aportación al panorama artístico español del momento.