Matthijs Musson

(Amberes, 1598 – 1678/79)

Jesús en casa de Marta y María

h. 1640-1650

óleo sobre lienzo

230 x 340 cm

Nº inv. 2565

Colección BBVA España



Pintor flamenco discípulo de Pedro Pablo Rubens (1577-1640), Matthijs Musson recoge del maestro y su entorno el gusto por la opulencia decorativa, los bodegones ricos y el sentido dramático de la narración, aunque los tipos humanos resulten más estilizados y esbeltos que los rotundos modelos rubensianos. El modo de resolver el florero que centra la composición recuerda a los del artista flamenco Jan Philips van Thielen (1618-1667), del que Musson fue marchante, por lo que podría estar rindiendo un homenaje al pintor.

El tema de Jesús en casa de Marta y María (Lucas 10: 38-42) ha sido fuente de inspiración para muchos pintores del siglo XVII. En este caso, parece un pretexto para representar una naturaleza muerta en todo su esplendor. De hecho, a pesar de que la obra es muy del gusto flamenco, la incorporación de un bodegón en el contexto de una escena evangélica fue condenada y criticada por los contrarreformistas más acérrimos, que acusaban al artista de diluir el mensaje religioso en una representación realista, como si el mensaje central de la composición se viese desplazado por la vistosidad de los objetos inanimados representados.

Los valores contrarreformistas pretendían ejercer un control sobre la representación de los evangelios y su interpretación, en un momento en el que el arte era un vehículo perfecto para incidir en aquellos pasajes evangélicos cuyo mensaje más interesaba potenciar. En este caso concreto, la piedad popular y la experiencia religiosa individual, centrada en la escucha y la oración. Por ello, Jesucristo alaba la postura de María frente a la de Marta que, absorta en sus obligaciones como anfitriona, olvida lo más importante, la visita del maestro.