Manuel Millares

(Las Palmas de Gran Canaria, 1926 – Madrid, 1972)

Cuadro (2)

1963

técnica mixta sobre arpillera

167,3 x 135,4 cm

Nº inv. 34410

Colección BBVA España



Manuel Millares es una de las figuras clave del
español. De familia ilustrada, se inició muy joven en la pintura. Sus paisajes naturalistas a la acuarela pronto se ven sustituidos por obras en las que plasma la influencia del surrealismo daliniano; la de Paul Klee (1879-1940), Joan Miró (1893-1983) y el  
de Joaquín Torres García (1874-1949); y la del arte prehispánico canario. Tras este primer periodo, emprende una fase de experimentación con la arpillera que acabará convirtiéndose en la firma de su quehacer artístico. 

Esta nueva etapa supone para Millares el momento de madurez de su pintura, cuando trabaja sobre la materia dentro del espíritu denominado  art autre, y reflexiona en torno la tradición española del negro, idea que compartirá con otros miembros del
, en cuya fundación participa. Paulatinamente, la arpillera va colonizando el espacio de sus creaciones hasta convertirse en soporte. Las texturas nacen de la propia materia, de sus arrugas, sus cosidos y desgarrones, de tal modo que la costura o la perforación de la superficie del cuadro se convierten en el gesto pictórico por excelencia, tal y como muestra esta obra, paradigma de su producción matérica de principios de los años sesenta, configurada a base de una modelación expresiva de la tela. Este procedimiento proporciona a la pieza cierta tridimensional, acercándola a la práctica escultórica.

Cromáticamente, las tonalidades se reducen al blanco, al negro y a la presencia del rojo, que oculta ese color natural del soporte, que había sido protagonista con anterioridad. También hay un menor desgarro, una mayor contención. Sobre esa superficie negra, color que se identifica con el desengaño que suponía para el grupo informalista la situación política del momento, aparece el esgrafiado, esa equis tan presente en la obra de Millares que rompe la densidad cromática del fondo, arrojando un punto de luz en la oscuridad.