Víctor Mira

(Zaragoza, 1949 – Múnich 2003)

Río y pálpito

1992

óleo, acrílico y arpillera sobre lienzo

200,4 x 130,1 cm

Nº inv. 4137

Colección BBVA España


Obra excepcional dentro de la producción de Mira en la que los iconos son los protagonistas. Cruces, vanitas, retratos de una naturaleza de paleta muy reducida y de gran fuerza visual y matérica.

La obra de este artista zaragozano tuvo una gran proyección nacional, pero sobre todo internacional, presente en museos y galerías de grandes urbes como Nueva York, Berlín, Múnich y Zúrich, entre otras. El mismo año de su muerte (2003), fue elegido como mejor artista español vivo por la Asociación Española de Críticos de Arte en el transcurso de la Feria ARCO, siendo este uno de sus últimos reconocimientos públicos. A título póstumo, se realizaron dos retrospectivas de su obra en su ciudad natal.

Aunque su pintura se caracteriza por un fuerte expresionismo, siempre evitó integrarse en ningún movimiento concreto, aunque tomó como referencia a grandes creadores como Paul Klee (1879-1940), Joseph Beuys (1921-1986) o Antoni Tàpies (1923-2012).

Las naturalezas muertas fueron uno de los temas más recurrentes en su pintura, y como tal debemos considerar este lienzo. El uso de la triada de colores azul, blanco y negro va a estar muy presente en su obra en la década de los noventa, así como el 
, proporcionándole una trascendencia física que atrapa la atención del espectador.

Aquí el río se funde inerte sobre esa materia negra, como si estuviera próximo a desaparecer, a pesar de su trascurrir por ese apósito blanco que intenta retener el caudal para que no se pierda.