Eugenio Lucas Velázquez

(Madrid, 1817 – 1870)

Maja

h. 1865-1867

óleo sobre lienzo

107,5 x 79,7 cm

Nº inv. 505

Colección BBVA España


Hay cierta polémica con respecto a su autoría. Mientras que algunos especialistas la consideran obra de Eugenio Lucas Velázquez, otros la sitúan en la producción de su hijo, el también artista y seguidor de la estética goyesca Eugenio Lucas Villaamil (1858-1919).

Aunque Eugenio Lucas Velázquez realizó, sobre todo, escenas de género de formato reducido y atmósfera sombría, no prescindió en algunos casos de los formatos más grandes cuando representaba figuras femeninas, como es el caso de esta maja, en la que usó modelos clasicistas, de porte monumental y sensual prestancia, en los que se aprecian ecos flamencos muy emparentados con Pedro Pablo Rubens.

La figura, de evidente aire nostálgico y pensativo, muy romántica, se recorta sobre la penumbra de un paisaje encapotado. Viste basquiña negra con amplia banda carmesí y ajustado corpiño de escote generoso.

La influencia goyesca se evidencia en la larga cabellera negra ensortijada, adornada con una cinta que hace las veces de diadema, donde sujeta un joyel y unas flores que entroncan con las que utiliza Goya en el retrato de La Tirana. La técnica parodia la de Goya en el empaste, el denso cromatismo y la factura atrevidamente suelta, que denota rapidez y descuido.

La obra está realizada sobre otra pintura anterior, un paisaje rural horizontal perfectamente visible con rayos X del que se aprecia un carro cargado de paja en el ángulo inferior izquierdo, una arboleda en el centro y una casa a la derecha.