José Guerrero

(Granada, 1914 – Barcelona, 1991)

Comienzo

1983

óleo sobre lienzo

178,2 x 130,2 cm

Nº inv. 582

Colección BBVA España


Guerrero es, como Esteban Vicente (1903-2001), uno de nuestros artistas más internacionales, integrantes ambos del
americano.

Tras su formación en Madrid y su paso por París y Roma, donde conoce a la que será su esposa, Roxane Pollock, en 1949 se instala en Nueva York. Allí se estaba gestando el
, en cuyo grupo se integró, vinculándose a la tendencia denominada
.

En los años sesenta vuelve a España, donde encuentra el clima propicio para seguir desarrollando su pintura de vibrante cromatismo. Su proceso artístico se centra en el estudio de la propia pintura, mediante la cual refleja su experiencia personal en forma de color: “El color se extiende, no para nunca”, afirma en 1988.

En esta obra se refleja su ansia vital y su amor por la pintura, un color líquido de pincelada suelta mediante el cual trabaja con una gama cromática muy brillante de inequívoco acento español, con una luminosidad propia del fogoso clima de su Andalucía natal.

El color en Guerrero tiene una asociación subjetiva que en muchos casos desentrañó a través del psicoanálisis, al que se sometió durante cuatro años, y nos remite a su infancia, a la naturaleza, a la sensualidad… siempre acompañado y acentuado mediante el negro, protagonista de su serie Comienzo. El negro, según sus propias palabras, es un reflejo del que percibe “en la gente, en el paisaje, en la soledad”, muy distinto del negro del grupo El Paso, pues aquí habla de su juventud teñida por el luto y la trágica muerte de su padre y hermanos. El negro contrasta con las grandes superficies de amarillos, rojos, rosas y azules, los colores que más abundan en su paleta, presentes también en esta serie.