Carlos Orozco Romero

(Guadalajara, Jalisco, 1896 – Ciudad de México, 1984)

Paisaje mexicano

1944

óleo sobre lienzo

102 x 161 cm

Nº inv. CCB110

Colección BBVA México



Sus terrenos fueron los de la fantasmagoría lúcida y la síntesis geométrica, que exploró con refinamiento y sutileza, aunados a la asimilación de léxicos surrealistas y de la
, así como de elementos populares, entre ellos algunos motivos de la artesanía de la región de Jalisco, como las marionetas articuladas que inspiraron sus emblemáticas criaturas espectrales.

Junto a sus temas predilectos −el retrato femenino (mundano o indigenista) y, en menor medida, la naturaleza muerta−, el paisaje ocupa un segmento sustancial de su producción. En este óleo, Carlos Orozco evoca las cañadas umbrías de Jalisco. La composición piramidal o en terrazas y la paleta arcillosa casi monocroma subrayan la soberbia arquitectura pétrea, cuyas faldas verdegrises terminan en una meseta con un lago que procura un remanso azul al lienzo. En sus cuadros, la naturaleza es realidad de serranía trastocada por el ensueño.