La pintura de Matilla i Marina se sitúa dentro de un naturalismo de tintes impresionistas. El artista catalán tiene como punto de partida la realidad, interpretada por su pincel con una expresividad contenida pero de gran valor plástico, rasgo que le pone en relación con su contemporáneo Eliseu Meifrèn (1857-1940).

Los paisajes son los protagonistas de gran parte de sus óleos, siendo muy frecuente la presencia del agua y sus reflejos; unas veces se trata del mar, otras, como en el caso de esta obra, de un río. Una tendencia posiblemente impulsada por la mayor demanda de este tipo de temática a nivel comercial.

Este óleo, Río con mujeres lavando, muestra un río calmado, sobre el que se refleja el perfil de la colina que se alza junto a su ribera. El cielo abunda en densas nubes, entre las que se cuela un punto de luz, que halla también su reflejo en el agua. Todo ello magistralmente tratado por el artista.

Dentro de la gama de colores fríos destaca el rojo de la falda de uno de los dos personajes que lo pueblan, dos lavanderas, un detalle pintoresco habitual en la pintura de la época. Es interesante señalar que la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza cuenta con otro óleo que representa el mismo tema, con el título Paisaje con río y lavanderas. Una obra de gran calidad y belleza, digna del artista catalán.