Joaquim Sunyer

(Sitges, Barcelona, 1874 − 1956)

Nu al mar

s.f.

óleo sobre lienzo

65 x 81,5 cm

Nº inv. CX00049

Colección BBVA España


Los estudiosos consideran que la obra de Sunyer podría clasificarse en dos etapas notablemente diferenciadas. La primera corresponde a su estancia parisina; en ella logra, por méritos propios, consolidarse como un artista moderno en la Europa del momento, junto a grandes figuras como André Derain (1880-1954), Pierre Bonnard (1867-1947), James Ensor (1860-1949), Henri Matisse (1869-1954), Paul Signac (1863-1935) o Pablo Picasso (1881-1973). En la segunda etapa, coincidente con el regreso a su ciudad natal, culmina la trayectoria iniciada en París y alcanza su madurez artística, que se traduce en sensibilidad cromática y lumínica, con un preponderante mediterraneísmo y con presencia de ideales del
.

En esta etapa de Sitges, a la que posiblemente pertenezca este lienzo, el artista recurre a sus temáticas predilectas: desnudos femeninos, paisajes y escenas domésticas.

En este óleo, el artista representa a una mujer desnuda nadando plácidamente bajo el mar. Sunyer propone aquí una composición singular, estableciendo dos diferentes niveles en el océano mediante una especie de línea diagonal: en primer plano, el fondo marino, donde se encuentra sumergida la mujer, tratado con unas tonalidades azules más sombreadas, como si no recibiera la luz solar. En contraposición, en segundo plano, con tonalidades azuladas y verdosas, un mar que se pierde en el horizonte, con la única referencia espacial del barco de vela levemente esbozado en la lejanía.

El desnudo femenino es voluptuoso, sensual, con las líneas del dibujo muy marcadas, mostrando la destreza del artista en la representación anatómica. Recuerda en cierto modo al tipo de mujer cézanniana voluminosa y atractiva. No confiere demasiada importancia al rostro ni a las manos, porque su pretensión no es otra que transmitir fortaleza y rotundidad. Por otra parte, la mujer no está sola; a su lado nadan diversos animales marinos, como un gran pez, una medusa y otros seres que parecen acompañarla sosegadamente. En el ángulo inferior izquierdo se aprecian las piernas y pies de otra mujer.

En este cuadro Sunyer representa magistralmente el cambio del paradigma femenino del modernismo al
: la imagen de la mujer idealizada y espiritual da paso a otra cuya naturalidad, sensualidad y vigorosidad son la mejor expresión de plenitud vital.