Ramón Martí i Alsina

(Barcelona, 1826 – 1894)

Travessant el riu, Argentona

h. 1860-1865

óleo sobre lienzo

76,5 x 117,2 cm

Nº inv. CX00721

Colección BBVA España


Reconocido como uno de los más destacados representantes del realismo en nuestro país, Martí i Alsina jugó un papel fundamental en la renovación de la pintura catalana durante la segunda mitad del siglo XIX. Fue uno de los primeros artistas de su época que defendió el estudio directo de la naturaleza, dejando de lado los métodos académicos para iniciar un nuevo concepto pictórico sobre el que se asentará el futuro del paisajismo catalán.

Su contacto con el ambiente artístico francés, sobre todo con los paisajistas de la
y con la obra de Gustave Courbet (1819-1877), le dio la clave para continuar el camino que él ya había comenzado de manera intuitiva. Influido por el positivismo, cultivó una pintura cuyo objetivo era evocar la verdad de las emociones a través del contacto directo con el natural y el estudio de la atmósfera en todos sus estados.

Realizada durante la primera mitad de la década de 1860, en la que se conoce como su etapa de consolidación, esta obra muestra su gran capacidad para recrear efectos que confieren materialidad a la pintura, conseguidos gracias a la riqueza técnica y en ocasiones al uso de la espátula, recurso de gran modernidad y que le permitía obtener las tonalidades deseadas. A partir de la combinación de colores y del estudio de la luz, elementos principales en la configuración de sus paisajes, consigue captar la fugacidad del momento sin perder el sentido de la armonía.

Cabe destacar que Martí i Alsina salía a tomar apuntes del natural, hecho que implicaba un gran avance teniendo en cuenta el panorama artístico catalán de la época. Aunque todavía no pintaba sus obras definitivas directamente al aire libre, realizaba bocetos que serían el punto de partida de los cuadros ejecutados después en el taller; en ellos detallaba el día, la hora y el lugar, así como las tonalidades cromáticas y el estado atmosférico en el momento en que los realizaba.

Este lienzo representa un paisaje de la Riera de Argentona, comarca que frecuentó con asiduidad durante prácticamente toda su vida. Desde los inicios de su trayectoria como pintor, y hasta los últimos años de su vida, Martí i Alsina realizó numerosos estudios en los alrededores de esta localidad. Allí encontró un paraíso alejado de la gran ciudad, que pasó a convertirse en centro de creación de muchas de sus obras más importantes.