Anónimo sevillano

Virgen de la Antigua

h. 1580

óleo sobre tabla

160 x 95 cm

Nº inv. P00631

Colección BBVA España


Copia de la segunda mitad del siglo XVI de la imagen de la Virgen de la Antigua (de la segunda mitad del siglo XIV y con evidentes ecos de la pintura sienesa) que se venera en la capilla del mismo nombre de la catedral de Sevilla.

Según la leyenda, durante el asedio de Sevilla, la Virgen de los Reyes se apareció a Fernando III de Castilla prometiéndole su victoria sobre la ciudad bajo la protección de su imagen de La Antigua, a la que el monarca veneraba con adoración (véase la representación de Matías de Arteaga y Alfaro (1633-1703) en El sueño de San Fernando).

Durante todo el siglo XVI se difundieron multitud de copias de esta imagen por toda Andalucía, llegando a encargarse a pintores locales con destino a otros puntos de la geografía española. Su presencia también traspasó el Atlántico, y su culto se extendía en muchos países latinoamericanos, como México, Perú, Panamá, Colombia, etc.

Dado el carácter devocional de la pintura y la multitud de copias existentes, es imposible decantarse por un artista concreto, aunque parece evidente que se trata de una obra de las últimas décadas del siglo.

En esta versión se aprecian diferencias con respecto al original de la catedral hispalense: el dinamismo de los mantos y túnicas de los dos ángeles que coronan a la Virgen, el fondo blanco de la túnica y el manto adornados con flores de oro fino y la ausencia del ángel que en el original porta una cartela con la inscripción Ecce Maria venit (en alusión a la festividad de la Purificación). Se mantienen, sin embargo, el fondo dorado sobre el que se desarrolla la composición principal y la posición frontal de la Virgen, que viste túnica y un manto que le cubre completamente la cabeza. Sostiene delicadamente una rosa en una mano y en la otra al Niño, en actitud de bendecir.