Dionís Baixeras i Verdaguer

(Barcelona, 1862 – 1943)

Pescadores en la playa

1889

óleo sobre lienzo

110 x 180 cm

Nº inv. P01184

Colección BBVA España


Lienzo de primera época muy característico de la producción de este artista catalán, que cultiva el retrato y los temas religiosos, pero sobre todo las escenas en las que el campo y el campesino, el mar y los marineros, son protagonistas. Su naturalismo, de tema marinero o rural, acusa una cierta influencia de la escuela de Olot. Elaboraba meticulosamente sus obras en el taller, utilizando sus estudios y dibujos del natural, de gran frescura.

Aquí nos muestra una apacible escena iluminada por la luz del amanecer. Un grupo de pescadores porta las redes mientras un niño con un capazo al brazo escruta tras él, quizá a la espera de más compañeros a los que urge o atisbando los barcos que entran a puerto. Tanto el niño como uno de los pescadores portan fajín y barretina típicos. Al fondo, la mar en calma en la que se recortan pequeñas embarcaciones que regresan de la pesca.

Mediante una paleta reducida logra crear una atmósfera de quietud. La luz, con sus tintes rosados, se abre paso en un fondo en el que los grises y los azules se dan la mano. Esta paleta contenida se ve rota por los dos puntos de rojo de las fajas de los pescadores, que refuerzan la profundidad lograda mediante la claridad que se abre paso en el horizonte. La gradación cromática es suave, muy estudiada, y logra una atmósfera de enorme naturalismo.

Son esas escenas rurales, de puerto o playa, las que le proporcionan popularidad y le convierten en el cronista de la vida de los campesinos y pescadores de la época. Las figuras son el eje de sus obras y el paisaje un simple accidente que las envuelve y transmite al espectador un punto de vista optimista, un ambiente feliz, relajado, en el que los protagonistas aceptan un estilo de vida austero y amable y su condición social como algo natural, sin el menor atisbo revolucionario ni el menor deseo de cambio.

Representa a sus personajes tanto durante su trabajo como en sus momentos de descanso, sin mostrar el cansancio ni el esfuerzo o el deterioro físico que suponen las tareas que realizan. Solo plasma el optimismo, la alegría y la belleza de sus personajes y del mundo que los rodea.