José María Castilviejo

(Zamora, 1925- Valladolid, 2004)

Alegoría del trabajo

1963

técnica mixta sobre yeso

16,4 x 3,06 m

Nº inv. P03166

Colección BBVA España


El artista realizó esta pintura mural al óleo con acabado en temple sobre la pared de yeso del edificio que el Banco Bilbao Vizcaya (actual BBVA) posee en Valladolid en la calle Duque de la Victoria.
 
Se divide en dos paños formando un ángulo de noventa grados, que se adapta a una de las alas del salón principal de la oficina. El paño más pequeño es el de la izquierda, con 1,07 m de ancho, y el principal con 15,33 m, interrumpido por dos puertas de madera. La superficie total pintada mide 53,69 m2.
 
La composición ahonda en el espíritu de Castilla y sus gentes, con unas figuras de grandes dimensiones, resueltas con trazo anguloso, en las que se aprecia una indudable influencia italiana, más en concreto de Miguel Ángel (1475—1564), Andrea Mantegna (1431—1506) y Piero della Francesca (1415—1492), en los que Castilviejo encontró referencias estilísticas para esta composición, incorporando además soluciones cubistas en la construcción de planos de los distintos elementos que integran el mural.
 
En estas pinturas el artista aúna temas tradicionales con una depurada técnica contemporánea. Con sus trazos y su delicada aplicación del color, define las bases de los orígenes de las tierras que tanto amó: su paisaje infinito, la cotidianeidad de la vida de sus gentes, su folklore y el amarillo cambiante de sus laderas. Una realidad de sordos cromatismos despojada de todo elemento anecdótico.
 
En el pintor zamorano se reconoce la paleta de Eduardo Rosales (1836—1873), la capacidad descriptiva y el dramatismo de Solana (1886—1945), la sencillez en la solución de los retratos de Zuloaga (1870—1945) y los conocimientos técnicos de Sorolla (1863—1923).
 
El cromatismo de Castilviejo se nutre de negros, pardos, tierras rosas y sienas. Renuncia a los verdes y azules puros y brillantes que podrían transformar la elegía doliente de Castilla en sinfonía vital mediterránea, pero su amor a la esencia castellana no se lo permite.
 
El mural sufrió una importante restauración en el año 2006.