Melchior de Hondecoeter

(Utrecht, h. 1636 – Ámsterdam, 1695)

Paisaje con aves de corral

h. 1660

óleo sobre lienzo

135,7 x 115 cm

Nº inv. P05689

Colección BBVA España


Hondecoeter forma parte de una familia de pintores especializados en la pintura de animales. Aprendió el oficio de su padre, Gijsbert de Hondecoeter (1604-1653), y su tío, Jan Baptist Weenix (1621-1660?), quienes realizaban pinturas decorativas con un estilo influido por la pintura italiana. En las composiciones de Hondecoeter hay un interés moralizante, pues en ocasiones se basó en fábulas o en la exaltación de las aves de corral por encima de las aves silvestres, por ser los primeros animales que prestaron un servicio a la humanidad. Esta tendencia fue muy apreciada por los protestantes holandeses, pues coincidía con la exaltación del valor del trabajo como parte fundamental de su religión. La fidelidad con la que Hondecoeter representa estos animales hace pensar que utilizó aves disecadas, dada la dificultad que implica trabajar con animales en movimiento.
La atribución a Hondecoeter, el más conocido y prestigioso pintor holandés de aves de corral en el siglo XVII, con la que esta obra compareció en el mercado del arte barcelonés en 1950-51, fue rechazada por E. Valdivieso, que consideró que la obra no guardaba relación con el estilo habitual del pintor. Sin embargo, la calidad de la pintura, el tratamiento de los plumajes y la composición en diagonal, rota en el ángulo superior derecho por una luz que baña la composición, llevaron a Alfonso E. Pérez Sánchez a mantener la atribución hasta que aparecieran nuevos datos.
Hondecoeter suele construir sus composiciones presentando en el centro un conjunto importante de animales e introduciendo en los lados del lienzo otros que aparecen cortados ante el espectador, como es el caso en esta obra. La utilización de elementos arquitectónicos para compensar las masas es un recurso típico de su producción de la década de 1660.
La enorme fama y el prestigio de este artista hicieron que sus composiciones se copiasen e imitasen incluso en el siglo XVII, por lo que no puede descartarse tampoco que se trate de obra de otra mano. El lienzo sufrió una ligera modificación de formato.